sábado, 29 de enero de 2011

CLASIFICACION DE LOS MEDICOS LEGISTAS (PERÚ)

En virtud de la aparición y proliferación de innumerables páginas web, blogs, foros, Intitutos, etc, de peritos en Ciencias Forenses, promocionando y ofreciendo sus servicios, Es indispensable repasar la clasificación de los peritos.


FUENTE: Dr. Moisés Ponce Malaver. Médico Legista

Hacer historia es recordar a los que nos precedieron, es recordar el progreso y evolución de cualquier rama del saber humano, como decía Augusto Comte “No se conoce una ciencia si no se conoce su historia”. El progreso y la evolución de la Medicina Legal han estado en concordancia con la atención brindada a la Administración de Justicia, la cual a su vez depende de las ideas imperantes de la época.

La Medicina Legal ha evolucionado desde Imhotep, pasando por Paolo Zacchias hasta la incorporación de las Ciencias Forenses como parte del conocimiento Médico Legal en el siglo XX; en nuestro país ha evolucionado desde los Hampicamayoc, en el imperio Incaico, los protomédicos de la colonia y comienzos de la república hasta el Instituto de Medicina Legal del Perú “Leonidas Avendaño Ureta”.
En esta evolución se han presentado y subsisten diferentes tipos de Médicos Legistas entre ellos, tenemos:

1. EL INEPTO: Es el más frecuente. Se dan dos formas de ineptitud: La ineptitud por inteligencia, la cual es una falla biológica y la ineptitud por falta de preparación, que es una falla social, por una o por otra causa existen “peritos acéfalos”.

2. EL IGNORANTE: Es el que desconoce la especialidad, es decir no conoce la especialidad, pero se hace pasar como el “non plus ultra”, “el top” o “lo máximo” de la Medicina legal y, según él, tiene la “Última palabra”; usa frases como “de acuerdo a mi leal saber y entender”, “a mí me parece que…” “En mi humilde opinión…”

3. EL TIMIDO, INDECISO, TITUBEANTE Y DEBIL: Que por su sugestionabilidad no se atreve a resolver los problemas que se le plantean: a la razón se le imponen los “sentimientos”. Se cree bondadoso, cuando la realidad es que es débil o ignorante y si bien es cierto que algunas oportunidades favorece individualmente a una persona, socialmente es muy nocivo por el daño que causa a la profesión y a la sociedad, por el clima fértil a la impunidad a que da lugar.

4. EL COBARDE: Es el que tiene miedo de emitir su opinión y nunca la hace conocer, lo reconocerán por las siguientes expresiones “no hay que comprometerse”, “escribe lo mínimo necesario”, “para deslindar responsabilidad”, “según nuestras autoridades competentes”, en plural; es incapaz de expresar su punto de vista, siempre está esperando que un superior le diga que tiene que hacer, “yo lo hice porque fulano me lo dijo”, es el “sí señor” o aquel que ocupando un cargo dice “deja lo que tienes que hacer y haz lo que quiere el fiscal, no te vaya a levantar un acta”.

5. EL SERVIL, ARRIBISTA, TREPADOR, RASTRERO: En el cual el rasgo dominante es la adulación: es un sujeto con pobre autoestima que utiliza el recurso de la sumisión, como instrumento para ascender socialmente. Habitualmente es ciego y pasivo servidor, generalmente de quien le paga, muchas veces no en dinero, sino en su equivalente: el poder; es el desvergonzado que busca y acepta complaciente la consigna, “Si Jefazo, estoy para lo que Ud. mande”.

6. EL RUTINARIO: Es el “funcionario buen padre de familia”; empleado formal y cumplido que evita todas las fricciones y los choques, “no se compromete”; en el trabajo es rígido y frío, pero en el hogar se trasforma en padre y esposo tierno y solícito. Es el burócrata que “simula trabajar” y degenera todas sus actividades en rutinas automáticas o mecánicas. Resistentes a todos los cambios, tiene terror por lo nuevo, enamorado del pasado, es conservador. “Si el Dr. M. hacía las necropsias sin anatomía patológica, “¿Por qué ahora vamos a necesitar del microscopio y de un especialista en patología para que nos ayude?”, “Si nosotros nos “formamos” solos, ¿Por qué ahora se exige que sean especialistas o cursen estudios de post grado?”, “Gozo de la confianza de….”.

7. EL NEUROTICO: Quien siempre es un débil emocional, laboral, social y desajustado, que habitualmente produce dificultades, en ocasiones inteligente y aún brillante, sus perturbaciones emocionales e instintivas lo hacen doblemente peligroso. Su lema es “divide y vencerás”, en vez de unir discurren por el camino de la conspiración y la intriga, no acepta que nadie le “haga sombra”, considera que ha nacido para mandar: “Yo soy gerente, puedo hacer que te boten”, “Hazlo nomás, no te hagas problemas”.

8. EL DELINCUENTE, MERCENARIO, COMERCIANTE O VIVIDOR: Doblemente peligroso, porque poseyendo los conocimientos, y aún técnicas avanzadas, las aplica no para auxiliar a la administración de justicia sino, por el contrario, para ocultar o deformar la verdad estableciendo la duda; es decir, este “perito” posee la ciencia pero carece de conciencia. Es un débil moral con fallas en los mecanismos éticos. Es el “Perito Mercenario”, se vende al mejor postor. Usa frases como: “¿Cómo es?”, “¿Cuánto hay?”, “Ese trabajo cuesta”, “No te preocupes, eso lo arreglamos”.

9. EL HONESTO, EL DE LEGE (LEY): Especie en extinción. Es objetivo, prudente, imparcial, veraz, reflexivo y con buen juicio, es el Médico Legista con G, de Lege (ley), de formación y vocación; brillante y sencillo, cuya presencia incomoda a los mediocres, por ello es discriminado, denigrado y difamado. Está en extinción por la cacería despiadada por parte de los gobiernos dictatoriales y de los dirigentes sumisos, mediocres y rastreros.

10. EL DE FACTO, “NO ESCOLARIZADO”: Es quien por determinadas circunstancias, ajenas a su voluntad, desempeña la función Médico Legal, puede presentar características de cualquiera de los anteriores.

11. EL DE CARDIO, EL EMPEÑOSO, EL VOLUNTARIO: Es el que le “nace ser Legista”, siempre colaborador, tiene deseos de aprender, se prepara, estudia, pregunta y aunque no desempeñe la función Médico Legal, siempre “está al día de los temas médico Legales”.

12. “EL ESCOLARIZADO”: Es quien saca a relucir sus estudios en la Residencia de Medicina Legal, que piensa que el título le da conocimientos exclusivos y que nadie más puede poseerlos, “por no haber hecho la Residencia ”.

13. EL NARCISITA: No solo se cree sino que está convencido de que es lo máximo de la Medicina Legal , es aquel que dice “Nosotros los antiguos…”, “Yo he aprendido del Dr….ese si era maestro”, considera que tiene la última palabra, “es que no me ha consultado”, cree que por ser Médico Legista y haber leído el Código Penal, es mejor que un abogado, “es sólo abogado, yo soy Médico Legista”.

14. EL GOLONDRINO: Es aquel que “está de paso”, que espera la oportunidad de “algo mejor”, por ejemplo la Residencia de cualquier especialidad: “yo no soy Médico Legista”, “ya me voy a ir, que lo haga otro que se va a quedar”, “estoy aquí hasta que salga la residencia”, es peligroso porque hace las cosas “a la diabla”, no le interesa, no se compromete y hace quedar mal a todos, porque no le interesa el resultado de su trabajo, el prestigio del Legista ni la Especialidad. Frecuente entre los especialistas que trabajan en el Laboratorio Forense.

15. EL INESCRUPULOSO: Es aquel se aprovecha del cargo para sacar un beneficio personal, por ejemplo: Si quieres llevar a tus alumnos a Medicina Legal, entonces, que me nombren Profesor, (endémico entre los Gerentes de turno y ex gerentes); tal es el caso de un Gerente que es Profesor de la USMP porque supuestamente dicta clases en el Callao, cobra y nunca ha dictado una clase. Este tipo de Legista siempre está pendiente para ver en que se puede aprovechar, es profesor de tantas Universidad e Institutos y en los mismos horarios, que no se sabe como se las arregla para cumplir con las obligaciones de la docencia y del trabajo.

16. EL ADVENEDIZO: Es aquel profesional que nada tiene que ver en medicina legal (a veces con especialidad en otra área), pero como no pudo encontrar trabajo en otra institución, ingresa a Medicina Legal y da por hecho, que su misión es dirigir, gobernar y ser jefe; realiza control de calidad y busca que lo nombre médico legista, auditor, jefe o gerente; y junta sus ahorros, para en un futuro comprar su título de especialista vía tramite “no escolarizado” o de inCOMPETENCIA. Se diferencia del De Facto o "no escolarizado", en que éste es pasivo y mantiene el perfil bajo, mientras que el advenedizo, es lo contrario, habla hasta por las orejas, promete el oro y el moro, y busca siempre "ser Jefe".

Los Médicos Legistas deben cumplir tres requisitos:
a) Poseer cualidades intrínsecas: honestidad, imparcialidad y valentía, entre otras;
b) Formación Médico Legal escolarizada y actualizada, avalada por universidades del país y del extranjero y
c) Formación Legal, para comprender la misión que le encarga el juzgador, y entender el lenguaje jurídico.

“Los deberes que el Médico Legista tiene que cumplir para con la sociedad en general, son sin duda los más brillantes, pero también los más difíciles.”
       PAUL AUGUSTIN OLIVIER MAHON (1801)

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