miércoles, 11 de noviembre de 2015

INTERROGATORIO PARA PROCURAR LA VERDAD, O PURO SOFISMA PARA OBSCURECER UN BUEN INFORME PERICIAL?

Con la implementación del sistema judicial adversarial en el Perú; se plantea un giro en la forma de valoración de las pericias realizadas en el área científica; así, el resultado de un caso puede no necesariamente ser predicho por los meritos científico forenses del informe pericial. Mas bien, en este sistema, el argumento del testigo, y el ataque de la parte acusadora o de la defensa pueden tener un peso significativo, y determinar de por sí el final del proceso. Esto ocurre porque el sistema está orientado a probar no sólo los hechos del caso, sino también la capacidad y la credibilidad de los testigos.

Sin embargo, es esta la forma más eficaz para hacer frente a las complejas cuestiones médico-legales?

Las preguntas de los abogados no sólo están destinadas a determinar la opinión de un testigo, sino también están diseñados para apoyar o desestimar su credibilidad ante los ojos de un juez, o más a menudo de un jurado. Un testigo puede tener que soportar fuertes críticas sobre su experiencia, y es a menudo objeto de interrogatorios muy sofisticados y prolongados. Las preguntas son realizadas para poner a prueba la memoria, acerca de los hechos acontecidos o de la literatura, y además, no son infrecuentes, las preguntas complicadas construidas para confundir. Varios dobles negativos pueden oscurecer por completo la naturaleza de la pregunta, y para contestarla adecuadamente, se requiere del estudio detallado de las mismas para poder emitir una respuesta. Las preguntas también pueden ser incontestables, por ejemplo, momento exacto de una lesión o evento. En mi experiencia he podido comprobar que el uso de estas argucias es premeditado y previamente consensuado a veces con la participación de un profesional par (consultor del abogado), haciéndose un uso malicioso de estos mecanismos.

En este sistema, la incapacidad de un perito para dar una respuesta adecuada a tal pregunta es tomada como un ejemplo de la deficiencia de los conocimientos de éste, en lugar de revelar el carácter amañado de la pregunta. Se espera que las respuestas a preguntas complejas y aspectos relacionados a análisis de escenarios complejos puedan ser proveídos inmediatamente.

Las representaciones teatrales utilizados por los abogados, que van desde una aparente sorpresa por la respuesta de un perito, a una pausa de momentáneo desconcierto, puede sugerir al jurado que el perito simplemente no es de fiar o de creer.

Así, la calidad de la prueba pericial ofrecida puede depender no sólo de la evidencia misma, sino también de la capacidad del perito de pensar rápidamente.

Dictámenes periciales muy bien elaborados serán expuestos a una serie de subterfugios verbales y un bombardeo de preguntas a veces muy agresivas que puede interferir con la capacidad de expresar una opinión clara. En estas situaciones, se ponen a prueba las habilidades de debate y presentación, en lugar de experiencia y el conocimiento. La situación se presta al hecho de que prevalezca la personalidad y la considerable resistencia de un perito para que pueda permanecer alerta y funcional después de un interrogatorio de varios minutos/horas.

Ante esta Situación que ya se dá en gran parte de nuestro Pais; debemos preguntarnos, si este sistema es un medio adecuado para evaluar y presentar dictámenes médicos, y si la credibilidad de los peritos debe basarse solamente en la capacidad de soportar horas de agresivo e intenso interrogatorio?

En Medicina, se considera poco razonable por ejemplo, que un cirujano que se encuentra en plena cirugía realizando una operación delicada, se distraiga por cuestiones complejas durante el procedimiento; de la misma manera el interrogatorio complejo podría interferir con la formulación de la mejor opinión y el enfoque adecuado de la situación que se trata, y por lo tanto se obtiene un resultado poco óptimo.

Es evidente que la capacidad de trabajar en los problemas encontrados en la cirugía y en la práctica médica general, son reforzados por un ambiente tranquilo y apacible.

Así pues, dada la situación en otras áreas de la medicina, ¿por qué el análisis de un profesional experimentado en cuestiones médicas complejas debe ser diferente en los tribunales?, es decir, sujetos a un proceso que pudiera obviar o confundir los rasgos más destacados, si no en la mente de los peritos, sin duda en las mentes de los miembros del jurado? ¿Cómo podría la justicia ser atendida por un sistema que no facilita la capacidad de los expertos para explicar su posición con claridad y racionalidad, y que en ocasiones incluso tratan de que tomen una posición que no están a gusto?.

En cuanto a la expectativa de una respuesta rápida a una variedad de escenarios posibles, es esto razonable?

La mayoría de los pacientes que consultan a los médicos prefieren tratar con un médico que se toma algún tiempo para examinar detenidamente la situación y las posibilidades, en lugar de proporcionar una evaluación inmediata y poco meditada.

Lamentablemente, mientras la intención de la mayor parte de expertos es asistir al tribunal, los médicos a menudo sentirán que el sistema adversarial puede no facilitar esto, permitiendo a un perito ser minado y potencialmente aturdido.

La medicina está llena de áreas grises (ciencia fáctica) y esto se expresa aun más en asuntos medico legales. La complejidad de estas cuestiones requiere a menudo opiniones y pensamientos más elaborados, inclusive a veces se requiere contar con la opinión de otros colegas, a fin de que la evaluación pueda ser realizada de la mejor manera posible.


Mientras la experiencia en el tribunal insiste enormemente en relación con la importancia del interrogatorio y la oralización, los problemas subyacentes permanecen. Cuando en el tribunal, una dictamen pericial bien elaborado y completamente razonable está siendo obscurecido y potencialmente perdido, uno a menudo dirige la mirada al jurado y se pregunta si el sistema realmente sirve a la justicia y derechos de la víctima del mejor modo, o perpetúa en cambio procesos menos que óptimos, confiando demasiado en el sofisma.