El decálogo establece que el perito ha de ser un profesional que
se limite a analizar siniestros de aquella especialidad o área de la Medicina
que domine y realizar los informes fundamentando su criterio en la objetividad
y en el rigor científico, por lo que tendrá que seguir las siguientes premisas:
1. Tu informe tendrá la extensión imprescindible; el informe demasiado extenso cansa a quien lo lee y el demasiado breve resulta pobre.
2. Tu informe será una exposición clara de los hechos, con aquellos razonamientos que demuestren la corrección o la incorrección del acto médico que se valore. Evitarás la tentación de escribir un tratado médico o un ejercicio de erudición.
3. Incluirás en tu informe sólo los datos necesarios para la comprensión del caso. Explicarás el informe para que lo entiendan todos; no olvides que el que lo lee no siempre conoce el lenguaje científico. No aburrirás.
4. Realizarás el informe basándote únicamente en la documentación que se te aporte, sin dejarte llevar por intuiciones o creencias infundadas.
5. Te mantendrás imparcial a cualquier precio. No alteraras ni ocultarás datos que puedan alterar las conclusiones.
6. Analizarás el caso teniendo en cuenta la situación en la que se desarrolló la actuación médica sometida a controversia, sin dejarte influir por el desarrollo posterior de los hechos.
7. Evitarás a toda costa los juicios de valor sobre cualquiera de las partes y las opiniones personales sobre los aspectos jurídicos del caso.
8. Tu conclusión, sea favorable o desfavorable, será siempre inequívoca y hará referencia a la Lex artis ad hoc.
9. Ratificarás tu informe sin dudas, porque dudar en la ratificación supone dudar de tu propio informe.
10. En la ratificación actuarás con calma y paciencia, contestando cumplidamente a todas las aclaraciones que precisen las partes en litigio y el juzgador, que son los destinatarios finales de tu informe.
Las funciones del perito médico
El perito médico es siempre un auxiliar de la Justicia y, por tanto, su función es la de ayudar a comprender la actuación médica que se pone en cuestión y a decidir si ha sido o no adecuada a las normas del correcto proceder médico (Lex Artis). Por eso, además de seguir el nuevo decálogo, el buen perito médico se caracteriza por cumplir varias condiciones. La primera de ellas es el “conocimiento de los aspectos médicos en el ámbito de la actuación que se analiza”, señala el Dr. Bernaldo, y añade que “la Medicina avanza y que, por tanto, el perito debe ser especialista en activo de la materia que concierne al caso”.
También es de gran importancia la capacidad expositiva que el profesional haga de su informe: “Debe ser un documento comprensible por personas ajenas a la Medicina y que le permita aclarar en el acto de la ratificación cualquier duda que pueda plantearse al juzgador y a las partes”.
Por último, su trabajo debe regirse por la imparcialidad, “exigida por la Ley y por la Ética, que le lleve a analizar el caso que se le encomienda sin dejarse influir por nada ajeno a la documentación que se le aporta y a sus conocimientos sobre la materia”, declara el Dr. Bernaldo.
El director médico del Área de Responsabilidad Profesional Sanitaria de PROMEDE concluye recalcando que el Decálogo del Perito Médico “no pretende otra cosa que servir a que una labor tan importante como la pericial médica sirva cada vez mejor a sus objetivos y que su prestigio aumente proporcionalmente a la calidad y a la fiabilidad de sus resultados”.
1. Tu informe tendrá la extensión imprescindible; el informe demasiado extenso cansa a quien lo lee y el demasiado breve resulta pobre.
2. Tu informe será una exposición clara de los hechos, con aquellos razonamientos que demuestren la corrección o la incorrección del acto médico que se valore. Evitarás la tentación de escribir un tratado médico o un ejercicio de erudición.
3. Incluirás en tu informe sólo los datos necesarios para la comprensión del caso. Explicarás el informe para que lo entiendan todos; no olvides que el que lo lee no siempre conoce el lenguaje científico. No aburrirás.
4. Realizarás el informe basándote únicamente en la documentación que se te aporte, sin dejarte llevar por intuiciones o creencias infundadas.
5. Te mantendrás imparcial a cualquier precio. No alteraras ni ocultarás datos que puedan alterar las conclusiones.
6. Analizarás el caso teniendo en cuenta la situación en la que se desarrolló la actuación médica sometida a controversia, sin dejarte influir por el desarrollo posterior de los hechos.
7. Evitarás a toda costa los juicios de valor sobre cualquiera de las partes y las opiniones personales sobre los aspectos jurídicos del caso.
8. Tu conclusión, sea favorable o desfavorable, será siempre inequívoca y hará referencia a la Lex artis ad hoc.
9. Ratificarás tu informe sin dudas, porque dudar en la ratificación supone dudar de tu propio informe.
10. En la ratificación actuarás con calma y paciencia, contestando cumplidamente a todas las aclaraciones que precisen las partes en litigio y el juzgador, que son los destinatarios finales de tu informe.
Las funciones del perito médico
El perito médico es siempre un auxiliar de la Justicia y, por tanto, su función es la de ayudar a comprender la actuación médica que se pone en cuestión y a decidir si ha sido o no adecuada a las normas del correcto proceder médico (Lex Artis). Por eso, además de seguir el nuevo decálogo, el buen perito médico se caracteriza por cumplir varias condiciones. La primera de ellas es el “conocimiento de los aspectos médicos en el ámbito de la actuación que se analiza”, señala el Dr. Bernaldo, y añade que “la Medicina avanza y que, por tanto, el perito debe ser especialista en activo de la materia que concierne al caso”.
También es de gran importancia la capacidad expositiva que el profesional haga de su informe: “Debe ser un documento comprensible por personas ajenas a la Medicina y que le permita aclarar en el acto de la ratificación cualquier duda que pueda plantearse al juzgador y a las partes”.
Por último, su trabajo debe regirse por la imparcialidad, “exigida por la Ley y por la Ética, que le lleve a analizar el caso que se le encomienda sin dejarse influir por nada ajeno a la documentación que se le aporta y a sus conocimientos sobre la materia”, declara el Dr. Bernaldo.
El director médico del Área de Responsabilidad Profesional Sanitaria de PROMEDE concluye recalcando que el Decálogo del Perito Médico “no pretende otra cosa que servir a que una labor tan importante como la pericial médica sirva cada vez mejor a sus objetivos y que su prestigio aumente proporcionalmente a la calidad y a la fiabilidad de sus resultados”.